Representación y manipulación fotográfica en la obra de Victoria Cabezas Green
Roberto Guerrero Miranda (roguerrero@veritas.cr) - Costa Rica
Esta ponencia analiza la obra fotográfica de Victoria Cabezas y su trabajo de manipulación fotográfica. Se segmenta la obra de la artista en tres corpus: el primero corresponde a fotografías de los años 70, en las cuales se ve un pronunciamiento crítico sobre procesos de colonialidad y la visión del cuerpo masculino desde la mirada femenina de la artista. Estos trabajos constituyen la aparición de la fotografía conceptual en Costa Rica. El segundo corpus observa fotografías de los años 80, las cuales se centran en la representación del cuerpo femenino, la afectividad y la autorrepresentación como formas de celebración de la identidad personal. El tercero se integra principalmente de fotografías de los años 90, las cuales, temáticamente, revisan manifestaciones de la cultura popular costarricense. En esta década, la artista descubre y patenta la técnica del plateado selectivo que constituye una innovación en la ciencia fotográfica. Finalmente, se hace referencia a la manipulación fotográfica, como un posicionamiento estético de la artista que ha confrontado la tradición dominante del purismo fotográfico en el contexto costarricense.
Pedagogías visuales en las Reinas Indígenas de Verónica Riedel y Rodrigo Abd
Emilia Barbosa (ebarbosa@mst.edu) - Estados Unidos
Funcionando en oposición a lo que se espera ver representado, los retratos fotográficos de mujeres mayas tanto de Verónica Riedel como de Rodrigo Abd las revelan como sujetos históricos, a pesar de que a menudo fueron invisibilizadas en el archivo colonial latinoamericano. Su rol en procesos históricos y sociales es oscurecido por las constantes luchas de género y de los movimientos indígenas, así como de las políticas de resistencia y del estado. Tanto el trabajo de Riedel, The Making of a Mestiza (2005) como el de Abd, Portraits of the Mayan Queens (2011), constituyen archivos creativos, los cuales desempeñan una acción educativa. Dicha acción educativa visa afectar a la historia pública, con un énfasis en una particular pedagogía que visualice y visibilice a sujetos históricos antes negligenciados y omitidos de los registros oficiales. Estas pedagogías visuales actúan junto del público promoviendo la creación de formas contravisuales a través del contacto con este arte fotográfico. Quiere decir que al público se le pide que vea más allá de lo que es representado y visible, incluyendo las imágenes, los medios utilizados para su producción y su exhibición, los símbolos, las redes de poder por ellas involucradas y su impacto. Tanto la colección de retratos de Riedel como la de Abd fomentan una retórica de visibilidad, la cual se entrecruza con la propia esencia de la fotografía entendida como una forma de investigación e intervención artística. Riedel emplea un efecto de collage, yuxtaponiendo elementos del pasado colonial con contemporáneos, europeos y indígenas en simultáneo. Abd promueve un diálogo con la mirada voyeurística de los etnógrafos extranjeros, quienes representaban a la gente nativa del continente americano como Otro.
Entre Auvergne e Izalco. Terruño y lugar diaspórico en el trabajo fotográfico de Muriel Hasbun
Cristina Pardo Poto (cpardoporto@gradcenter.cuny.edu) - Estados Unidos
En esta presentación analizo dos series importantes de la obra de la fotógrafa Muriel Hasbun (El Salvador-EEUU, 1962). En Auvergne: Toi et Moi (1998) imprime fotografías del paisaje volcánico de Auvergne -donde su familia materna se oculta durante la segunda guerra mundial- sobre linos antiguos de su abuela, postales manuscritas y retratos familiares. En Pulso: Nuevos registros culturales (2020) imprime fotografías del registro sismográfico de El Salvador sobre material de archivo de la galería El Laberinto (regentada por su madre en El Salvador durante la Guerra Civil). La propuesta experimental de Hasbun indaga transtemporalmente en la complejidad de su identidad como hija de migrantes y como salvadoreña radicada en los Estados Unidos. El encuentro entre las imágenes conservadas con el registro sismográfico de El Salvador y el símbolo del volcán de Izalco, así como su contraste con el paisaje volcánico de Auvergne, insisten en la modificación del espacio
geográfico y en su vibración -como herida en la tierra- como constituyentes del curso de la historia política y cultural, tanto personal de la fotógrafa como colectiva centroamericana y de su diáspora. Es así como en sus fotografías el concepto de «terruño» se complejiza a través de la creación de imágenes en capas que, como las de la tierra, están siempre superpuestas y en constante movimiento. La obra de Muriel Hasbun transforma registros telúricos -visuales y sensibles- en lugares de memoria, afecto e identidad al encontrarse con imágenes y archivos del pasado y en otras latitudes en el presente.